lunes, 17 de agosto de 2020

El engaño de Caronte

Una mano temblorosa con uñas larguísimas

cortará el cordón umbilical que me une a la vida

y la parca seguirá a lo suyo sin inmutarse. 


Caronte, el barquero del hades,  aceptará mis dos monedas

y riendo se alejará remando como si nada

dejándome en el limbo.


Podré pasar por un futuro distópico

por una pandemia, el apocalipsis, el

armagedón, el Ragnarok, pero si te veo

como Ofelia recogiendo flores en el vasto

espacio desolado, reposaré tranquilo entre

tus brazos porque tú eres lo auténtico de 

este mundo. 

Mientras estés tú estará la verdad.     

 Ginés Pérez