Vienes de la ingravidez
con lazos kármicos
como un planeta
dabas vueltas en
el interior cálido
en un universo de dos.
Ahora eres una insólita
redondez rosada
y tú estás encajada
haciendo el puntal
esperando las olas
que liberen tu océano
en una catarata.
Pronto te abrirás paso
como un sol resplandeciente
en el solsticio de invierno
y por fin te contemplaremos
en todo tu esplendor
como se abre una flor de loto.